Aprobar una oposición es un reto que no todas las personas son capaces de superar. El estudio previo necesario es una actividad complicada y para realizarla con éxito es preciso manejar técnicas específicas y, ante todo, saber organizarse. La organización es imprescindible: debéis adoptar un método, pues sólo estudiando de forma organizada y con método, al igual que ocurre en cualquier otra actividad, podréis obtener más y mejores resultados. Recordad que una oposición es un proceso de selección. No basta con responder bien a muchas preguntas: tenéis que contestar más y mejor que los demás opositores/as. Vuestra meta debe ser hacer unos exámenes perfectos.
¿Quiénes aprueban las oposiciones?. Por lo general, aquellas personas muy motivadas y con una actitud positiva, dos factores que influyen notablemente en el aprendizaje y, por tanto, en el rendimiento intelectual. Y, por supuesto, las personas más organizadas, las que estudian con un método. Suele suceder que los aprobados se los llevan aquellas personas que han estudiado mejor, lo cual no significa más tiempo: es una cuestión de calidad y no de cantidad.
Lo primero que debéis desechar es la idea de pegaros el “atracón” de última hora, ya que así difícilmente aprobaréis. Os reitero que debéis planificar el estudio, dosificarlo y ser constantes. Hay que ponerse un horario de estudio y cumplirlo a rajatabla. Pensad siempre que el sacrificio de estudiar una oposición se ve recompensado al final por un puesto de trabajo para toda la vida. Creo que merece la pena tomárselo en serio, ¿verdad?.
En un principio es muy útil buscar ayuda externa de formadores profesionales que os aclaren las principales dudas y os guíen por el camino correcto. No obstante, sólo vosotros sois los verdaderos protagonista de la oposición, las personas que al final van a tener que realizar el examen. Así pues, el éxito o el fracaso depende de vosotros y del uso que hayáis hecho de la ayuda recibida. Nadie puede hacer el examen en vuestro lugar.
Habéis decidido opositar…¡concentrad vuestros esfuerzos en esta actividad!. Ahora es vuestro nuevo trabajo, un empleo como otro cualquiera. Esto no significa encerrarse en una habitación sin salir más que para ir al baño. Tened en cuenta que no por estudiar más horas váis a rendir más (recordad: calidad y no cantidad). La palabra clave es ORGANIZACIÓN. No hay que confiar nunca en el factor suerte, ya que, como mucho, podéis tenerla en una de las pruebas, pero no en todas.
En Biblioposiciones nos llegan continuamente emails de alumnos y alumnas preguntándonos el secreto para no desmoralizarse ante el difícil reto de estudiar oposiciones. Nuestra respuesta es siempre la misma: hay que marcarse unos objetivos inmediatos e ir viendo los resultados, pues la oposición hay que ganarla por etapas, no de golpe. Imaginad que se trata de una competición, una lucha contra vosotros mismos y contra las demás personas que también opositan. Una oposición es lo más parecido al deporte que hay, ya que ambas actividades exigen un gran espíritu de sacrificio y un entrenamiento continuado.
Si tuviera que definir al opositor/a diría que suele ser una persona constante, muy ordenada, disciplinada y con una gran motivación para superar retos. Son estudiantes que han aprendido a poner en práctica unas sencillas técnicas de estudio que, os aseguro por propia experiencia, dan excelente resultados y os garantizan el éxito en las pruebas:
1) Lectura
Para estudiar un tema primero hay que leerlo. Esto que parece tan obvio hay personas que no lo cumplen, lanzándose a memorizar desde la primera frase sin haber leído el tema completo. La lectura permite tener una idea general del tema y saber de qué trata. Además, es importante que relacionéis los nuevos contenidos con los que ya conocéis. Utilizad el diccionario si no conocéis el significado de algunas palabras, no las aprendáis de memoria sin más, pues las olvidaréis fácilmente. Os recomiendo que en esta primera lectura vayáis apuntando en el margen la idea o ideas generales del texto.
2) Subrayado
Pero sólo las palabras que expresen ideas generales. El subrayado hace que el estudio sea más atractivo y agradable y os facilitará la concentración a la hora de estudiar.
3) Esquema
Sirve para descubrir qué es lo esencial del tema y para prescindir de lo accesorio. Resaltaremos las ideas ordenadas de una forma lógica y tendremos así el «esqueleto» del tema. Muchos de nuestros alumnos/as nos preguntan sobre cómo hacer un buen esquema. Muy sencillo: debéis diferenciar muy bien las ideas, contrastándolas. Utilizad para ello un tipo de letra diferente, color, o podéis escribir a una distancia distinta del margen. No es copiar todo el texto, sino sólo las palabras clave y debe caber en un folio. El esquema de llaves es el que mejor activa la memoria visual, aunque también podéis hacer un esquema numérico (numerando las ideas principales con 1, 2, 3… y cada idea secundaria con subniveles 1.1, 1.2, 1.3…. y así sucesivamente).
4) Resumen
Esta técnica de síntesis sirve para aprender a comprimir los temas, algo muy útil a la hora de redactar un examen con el tiempo tasado (en el caso de exámenes tipo composición, no tipo test). Consiste en recopilar las ideas principales del tema, no como una mera enumeración, sino hilvanadas, de forma que construyáis un discurso que tenga sentido. Haced el resumen con vuestras propias palabras, pues así lo recordaréis mucho mejor. Poned atención a las faltas de ortografía: dan muy mala impresión.
¿Qué sucede con los temas que contienen una gran cantidad de listados de palabras, artículos legales, fórmulas matemáticas, etc.?. Pues que no se pueden resumir, así que no lo hagáis. Sencillamente debéis emplear más tiempo en memorizar estos datos.
5) Memorización
Llegados a este punto ya habréis hecho la mayor parte del trabajo. Es hora de memorizarlo. Recordad que memorizar y comprender van unidos. Coged el esquema y desarrolladlo en voz alta, tratando de seguir el resumen que hicisteis. Repetid el tema las veces que sea necesario, hasta que podáis reproducirlo correctamente.
6) Repaso
Es la última etapa del aprendizaje. Al final del día conviene repasar todo lo que se ha estudiado. En Biblioposiciones siempre recomendamos a nuestros alumnos/as que dediquen un día a la semana únicamente a repasar.
¿Cómo hacemos el repaso?. Escribiendo el esquema e intentando reproducir el tema mirándolo, bien de viva voz o bien por escrito. Podéis ir consultando con el resumen las lagunas que os puedan surgir. Volved a repetir mentalmente el tema hasta que lo podáis reproducir completamente. El repaso oral es más rápido y os permite memorizar al tiempo que vaís escuchando. El repaso escrito es más lento, pero muy efectivo.
Finalmente, en Biblioposiciones también recomendamos la realización de simulacros de examen en un tiempo similar al que tendréis el día señalado. Así os acostumbráis a distribuir bien el tiempo y a no dejar fuera ideas importantes, algo que suele ser frecuente en las personas que se presentan por primera vez a una oposición.
Rocío Martínez Bocero
Directora-Coordinadora de Biblioposiciones.com
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