A finales de año se abrirá en Texas, Estados Unidos, la primera biblioteca compuesta exclusivamente de fondos digitales, un paso más hacia el progresivo aumento de los contenidos virtuales en las bibliotecas, un proceso que a pesar de su alto precio -la digitalización de fondos conlleva un coste importante- se inició hace ya tiempo en aquellos lugares más avanzados que apuestan por la implantación de las nuevas tecnologías con las ventajas que ello supone, como es el caso de las bibliotecas norteamericanas.