La respuesta parece bastante obvia, sin embargo, es más que probable que la imprenta, una técnica inventada primero en Renania hacia 1440 y extendida luego a Italia (1465) y al resto de Europa, naciera como artimaña para una falsificación. Al parecer, Gutenberg mantuvo inicialmente en secreto el descubrimiento para poder seguir vendiendo los libros que fabricaba haciéndolos pasar por manuscritos. Fuera éste el motivo o no, el secreto duró poco. En diez años, los tipógrafos adiestrados en sus talleres difundían la imprenta por toda Europa.