En la actualidad aquellas personas que no tienen acceso a la información y al conocimiento son los nuevos pobres y excluidos del mundo. Para desenvolverse en nuestra sociedad, los ciudadanos deben poder acceder a la información, saber tratarla y utilizarla. Deben desarrollar la capacidad de poder adaptarse a los continuos cambios tecnológicos y de los saberes de la humanidad. Para ello se necesita una formación autónoma y continua. Aquellas personas que no desarrollen estas capacidades tendrán más dificultades para insertarse en el mundo laboral y social en el futuro. Hay que empezar, por tanto, desde la biblioteca del colegio.
Una de las funciones que tiene la biblioteca escolar es, a través de la formación de usuarios, facilitar el desarrollo de habilidades de información de los alumnos/as. Estos no solo deben tener la posibilidad de acceder a las fuentes de información que la sociedad actual ofrece, sino también aprender a enfrentarse al aluvión de información y conocimientos que se le pone a su alcance, técnica y críticamente.
Así pues, el alumno/a debe adquirir habilidades en la selección y el tratamiento de la información en los diferentes soportes. Aprender a utilizar los fondos de la biblioteca, y las posibilidades informativas que tiene Internet, no solo le servirá de herramienta para su aprendizaje actual sino también para continuar formándose en el futuro.
El uso de la biblioteca debería ser algo habitual en la vida de cualquier persona, como lo es en otros países, donde existe tradición bibliotecaria. Por eso uno de los objetivos educativos del colegio ha de ser que los alumnos/as se familiaricen con el uso de la biblioteca. Es muy importante la labor de la biblioteca escolar en cuanto a formar a los usuarios para que sepan utilizar los recursos informativos no solo en una biblioteca concreta, sino de manera universal, en cualquier biblioteca del mundo.