La definición de museo ha evolucionado a lo largo del tiempo en función de los cambios de la sociedad. La etimología de la palabra museo deriva del término griego μουσεῖον (mouseion), un templo dedicado a las nueves musas (Calíope, Clío, Erato, Euterpe, Melpómene, Polimnia, Talía, Terpsícore y Urania).
Actualmente, el ICOM (Consejo Internacional de Museos) define el museo como una institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y abierta al público, que adquiere, conserva, estudia, expone y difunde el patrimonio material e inmaterial de la humanidad con fines de estudio, educación y recreo.
La función de un museo se puede resumir en estos tres aspectos fundamentales: conservación, investigación y exhibición. Cada una de estas funciones tiene dentro del museo su área específica de trabajo y el personal correspondiente para su desarrollo.
La gran variedad de museos que existe puede ser clasificada según distintos criterios. Si nos ceñimos al patrimonio que exhiben, a la forma en que se conciben las colecciones y las perspectivas según las cuales se exponen los testimonios pueden ser agrupados en:
• Museos de Arte
• Museos de Historia
• Museos de Ciencias Naturales
• Museos de Ciencia y Técnica
• Museos de Antropología (Arqueología, Etnografía y Folklore)
• Museos pluridisciplinarios no especializados
• Museos especializados (biográficos, en memoria de algún representante del arte…)
• Museos educacionales. (materiales documentales acerca de la historia de la pedagogía)
• Museos regionales
• Ecomuseos
También pueden ser considerados museos los centros científicos, los planetarios, los jardines botánicos y zoológicos, los acuarios, vivarios, sitios arqueológicos e históricos, los institutos de conservación, bibliotecas, archivos.