Las palabras de Soraya Sáenz de Santamaría, la flamante vicepresidenta del Gobierno, en su discurso de ayer en rueda de prensa exponiendo un resumen del paquete de medidas aprobado por el Consejo de Ministros ha caido como un jarro de agua fria entre el colectivo de opositores cuando se refirió, en relación a la oferta de empleo público para el siguiente ejercicio, a que habría una «tasa de reposición cero», eufemismo que equivale a decir que no se sacarán más plazas hasta nueva orden con excepción de ciertos servicios públicos (Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y Cuerpos de lucha contra el fraude de los Ministerios de Hacienda y Administraciones Públicas, y de Empleo y Seguridad Social).

Pocas horas después se hacían patentes las primeras confusiones en los foros y en las redes sociales, ya que, si bien el texto que colgó el gobierno en la página de La Moncloa:
http://www.lamoncloa.gob.es/ConsejodeMinistros/Referencias/_2011/refc20111230.htm#MedidasUrgentes
y que parece ser copia prácticamente literal del que leyó la vicepresidenta en esa rueda de prensa deja poco lugar a dudas en el párrafo en el que se anuncia la famosa «reposición cero»:

Mantenimiento del sueldo de los funcionarios y congelación de la tasa de reposición de las plantillas, excepto para las Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y para los Cuerpos de lucha contra el fraude de los Ministerios de Hacienda y Administraciones Públicas, y de Empleo y Seguridad Social.

en el párrafo siguiente realiza una apreciación que viene a ser la causante de las dudas:

Incremento del horario laboral de los funcionarios, que pasa a 37,5 horas semanales en todo el territorio nacional. Se puede mantener el horario de 35 horas semanales con una reducción de salario proporcional.

Es decir, ¿por qué aquí se especifica que el incremento de la jornada laboral será en todo el territorio nacional y en cambio en el párrafo precedente se omite esa especificación? ¿Significa eso que la medida será exclusivamente aplicable a los servicios directamente dependientes del gobierno central quedando en consecuencia al margen todos aquellos otros servicios públicos que sean competencia de la administración autonómica, local, institucional etc? En tal caso, los Ayuntamientos, Diputaciones, Universidades y, en fin, toda administración pública no estatal podrá seguir ofertando plazas con absoluta normalidad.

Nosotros no podemos aventurarnos aun a realizar ninguna interpretación en uno u otro sentido, aunque tal vez el argumento que se esgrime con la esperanza de que la medida no sea total y absoluta suponga querer «buscarle los cuatro pies al gato». En cualquier caso la resolución de la incógnita no tardará en llegar, pero lo que si podemos asegurar es que, con independencia de que saquen menos o ninguna plaza ahora o en los dos años siguientes, los principios por los que todo opositor u opositora han de regirse siguen siendo los mismos: prepararse y formarse con garantías de éxito para el momento en el que tenga que competir por sacar su plaza, porque lo peor de la crisis e incluso la crisis misma pasará como ya pasaron en su día otras crisis, y entonces solo conseguirá su objetivo aquel o aquella aspirante que continuó trabajando en su formación mientras los demás desviaban su atención hacia otras direcciones en la confianza de contar sobradamente con un tiempo que, sin embargo, siempre acaba al final por ser escaso cuando se trata de llevar los mejores argumentos para un examen.

Miguel González Erichsen
Biblioposiciones.com

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