Aunque en nuestro pais, mucho más apegado siempre a lo tradicional, es algo todavía muy poco probable, en Norteamérica el libro electrónico está comenzando a desbancar en algunos mercados al libro clásico, especialmente desde que Amazon irrumpiera en el sector con la última versión de su conocido Kindle, uno de los dispositivos más eficaces y apreciados por el lector estadounidense. La respuesta de algunos editores para la defensa del libro de siempre consiste en poner el acento precisamente en aquellos aspectos del mismo contra los que no puede competir el E-Book: la belleza de su diseño, los detalles de sus tapas y guardas, la calidad de su encuadernación, el tacto de sus hojas, la nobleza de sus materiales etc.
La estrategia no es nada nueva, ya en su día con el nacimiento del libro de bolsillo hace unas cuantas décadas se estableció el debate bibliófilo versus lector, conviviendo ambos grupos en razonable armonía hasta ahora (eso sí, con un cierto desdén del segundo con respecto al primero). Las apuestas están abiertas.
Eugenia Ferrer
Coordinadora Área Cursos