Así de contundente nos ha parecido que debía ser el título de este artículo después de la innumerable cantidad de consultas que nos han llegado, y nos siguen llegando, durante estos últimos meses a propósito de hipotéticas convocatorias de plazas para bibliotecas que ya se encontraban en marcha. Estas hipotéticas «convocatorias» son el ejemplo típico de lo que sucede cuando se maneja la información sin el suficiente rigor o se lanzan a la red determinadas noticias sin matizar adecuadamente todos los elementos que forman parte de esas noticias, especialmente cuando entre los destinatarios se encuentra una gran cantidad de personas desesperadas por ver al fin confirmadas las expectativas de esos ansiados anuncios para puestos de bibliotecas que no parecen llegar nunca en este contexto de crisis que durante tantos años hemos estado padeciendo.