El pergamino toma su nombre de la ciudad helenística de Pérgamo. Una leyenda transmitida por Plinio el Viejo cuenta que fue allí donde se inventó, obligados por la necesidad de un nuevo soporte escriptorio después de que Egipto interrumpiera sus exportaciones de papiro a dicho reino. El pergamino, hecho con pieles de animales tratadas con agua y cal, es un material orgánico de duración casi eterna, que requiere pocos cuidados.